El grito de Kendrick alertó a los hombres que celebraban en el salón la muerte de Sirkan. De pronto, el silencio se extendió entre ellos al escuchar el aullido de un lobo.
—¡Por todos los demonios! –exclamó lord Xairon—. ¡Eso ha sido un sonido del infierno!
Lord McGregor, el jefe del clan del Norte, se puso en pie y gritó:
—¡Es ella! –Los hombres pertenecientes al clan de McGregor desenvainaron las armas y salieron en busca del lobo, capitaneados por su lord.