El romance paranormal es un
subgénero romántico que ha conquistado no solo al público juvenil sino también
a otro mucho más adulto. En él no solo se cuentan historias de vampiros y
hombres lobos, también existen otra clase de personajes. Sin embargo, todas
ellas se caracterizan por presentar una historia de amor o romance tan digna
como la de cualquier otro subgénero de romántica.
Tendríamos que
remontarnos a los años setenta en Estados Unidos, lugar donde surgen por
primera vez, como un medio de acaparar un mercado saturado por la novela
histórica y actual romántica, aunque su verdadero origen se remonta mucho antes
con la clásica novela gótica. Dichas novelas incluyen elementos mágicos,
fantasmales y de terror. Algo que se ha utilizado en el romance paranormal como
punto de unión entre ambos géneros. No existiría esta clase de romance sin
elementos tan comunes como personajes dominados por sus pasiones, épocas
pasadas o inexistentes, ambientación en algunos casos sobrecogedora y amores;
todos ellos, elementos imprescindibles para atraer al lector.
En la
actualidad, existen varias sagas imprescindibles (costumbre que parece gustar a
los escritores de este subgénero más que en otros). Algunas, como he mencionado con anterioridad, tratan de vampiros como la archiconocida Crepúsculo, pero otras,
no por ello menos importantes de ser incluidas en este apartado son Oscuros y Los señores del inframundo. Desde luego, existen también autoras españolas dedicadas a este género, entre quienes me encuentro (Mariposa de Piedra).
Sin embargo, no hay que olvidar algunas novelas clásicas que os invito a leer y
que no os defraudarán como el Fantasma de la Ópera de Gastón Leroux publicada
en 1910 y de la que se han realizado multitud de versiones.
Aquí os dejo
una de ellas, es instrumental y os servirá de telón de fondo para escribir, o al menos, leer una historia paranormal.