martes, 11 de octubre de 2016







Nadie ignora a estas alturas que la novela negra es una de mis lecturas preferidas. He leído novela negra americana, inglesa, española, nórdica y ahora me quedaba por leer la novela negra japonesa. Una sorpresa como casi todo lo que nos llega de este país. En esta ocasión he leído dos novelas de la escritora Miyuki Miyabe: La sombra de Kasha y El susurro del diablo. Ambas novelas nos muestran la vida cruda y casi surrealista que viven los habitantes de una ciudad tan impresionante como Tokio. No es la novela negra a la que estamos acostumbrados. Sus crímenes aunque parezcan descafeinados o la investigación policial se aleje de la tecnología, no por ello la intriga y el suspense es menos interesante. La delicadeza de las escenas a veces parece necesitar una doble lectura para comprender que no debemos verlas con ojos occidentales. He de destacar que la escritora nos envuelve en una tela de araña, tan enrevesada y compleja que la sencillez del texto nos engaña. ¿Quién podría resistirse a saber qué hay más allá de la simple realidad?