viernes, 14 de febrero de 2014

El cantar del lobo XXIII



     Adele se sintió orgullosa de su aspecto. Por primera vez, no se avergonzaba de su desnudez. Había caminado varias yardas de terreno y atravesado el Bosque de los Ahorcados. Su cuerpo manchado de sangre le otorgaba una salvaje fiereza. Los hombres que vigilaban las almenas al verla aparecer se quedaron por igual maravillados y temerosos de la estampa que presentaba aquella mujer. Su desnudez era embriagadora y la autoridad de sus ojos avasalladora. 

martes, 4 de febrero de 2014

El cantar del lobo XXII


Adele había recuperado su forma humana. Miró la espesura del bosque, los árboles susurraban entre ellos. Podía escuchar el canto de dolor que entonaban alrededor de ella. Se incorporó despacio, tenía las piernas magulladas, muchas de sus uñas estaban rotas y sentía un fuerte dolor en el costado. No recordaba con exactitud qué había hecho desde que salió de las tierras de Arrow.